Ya es marzo, y llevamos Alex (mi pareja) y yo, 5 meses viviendo en el campo, en el terreno que llamamos O Sapoconcho, en el concello de Negreira y donde centramos la mayor parte de nuestra actividad de permacultura y bioconstrucción.
A día de hoy seguimos lidiando con los trámites legales para poder construir un hogar y un taller. Pronto presentaré la respuesta al ayuntamiento para ver si el técnico considera esta vez aceptables los planos. La última vez me los echó para atrás por carecer de preinstalación para secadora y lavaplatos y no hacer un suelo elevado(se ve que no quieren que tenga los pies sobre la tierra).
El otro permiso, el del taller, primero fue que no tenía 3000 metros cuadrados, sino 2990, y tuvo que venir un topógrafo a confirmar que si tengo más de 3000. Después que está a menos de 100 mts de un regato y por lo tanto tengo que pedir permiso primero a Aguas de Galicia. Ahora mismo llevo dos meses esperando a que Aguas de Galicia me envíe una carta con la cual podé ir al banco a pagarles 80 euros, para que así pueda venir un inspector a mi terreno y confirmar que mi taller no va a afectar a los acuíferos o al río, y entonces me enviarán otra carta para que pueda pagar una tasa. Y con ese recibo podré volver al ayuntamiento y si el técnico lo cree conveniente, recibiré otra carta con la que podré ir al banco y pagar otra tasa, y entonces, podré construir el taller de 27 metros cuadrados que tanto deseo.
Pero bueno, a parte de tramites, estos 5 meses han sido fructíferos, primero despejamos el espacio interior del Domo(tenemos una semiesfera de metal con lona de PVC de 12 mts de diámetro), que estábamos usando de almacén de materiales, y construimos una pequeña cabaña de madera dentro para poder resguardarnos del frío, la humedad, el polvo ¡y la lluvia dentro del mismo domo(que se da por condensación).
Es poco más que una chabola, pero es que fuimos construyendo sobre la marcha, primero con la cocina de la furgo, un colchón y un sofá. y ya para diciembre teníamos lo que veís, así como un módulo temporal, diseñado para pasar el invierno y poder desmontarlo cuando tengamos la casa de verdad.
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Una buena estufa de leña, los sillones y un fregadero de restaurante reciclados nos hacen la vida más cómoda.
Así como un pequeño casetito auxiliar, este si, de materiales completamente reciclados!
Lo que veis debajo de la cama, es el espacio de los perros, que hasta hace bien poquito estaban o ahí atados o en los arboles de afuera, también atados. Como el terreno todavía no está cerrado, y no queremos tener problemas con los perros, decidimos que lo mejor, por no decir necesario, era construir un lugar donde puedan estar sueltos y controlados, osease, un caseto con un recinto, así que manos a la obra, nos pusimos a ello...pero lo vemos mañana que ahora tengo que encender el fuego.
Arriba hice una cajita con las capas correspondientes capas para que sea un tejado vegetal, de momento aún está de color marrón tierra hasta que crezcan las plantitas. 
El suelo va bien aislado con una doble capa de madera rellena de restos de moqueta y plásticos. Y la verja es cuadradillo de metal plastificado en verde... a ver si dura.
