Comencemos por la idea:
Mi pareja y yo tenemos una yurta de 5 m, en la que hemos decidido vivir durante los próximos inviernos en la montaña alicantina, concretamente en el ayuntamiento de Jijona, a casi 600 m de altura.
Resulta que la yurta no está muy bien aislada, y aunque sea rápida de calentar, ya que es un espacio pequeño, también se enfria muy rápido.
Otra problema es la escasez de leña, que no es que no haya nada, pero tampoco mucha.
Así que nos decidimos a construir una esatufa muy eficiente y con suficiente masa térmica como parano levantarnos con frío, por las mañanas.
Además, no queríamos una rocket en U por el peligro de un reflujo eventual, ya que viviendo en una casa de tela...tela. Así que nos decidimos por hacer una en L y con puerta.
Tampoco queríamos hacer un banco de masa térmica, ya que solo disponemos de 20 m2, así que nos decidimos por un suelo térmico, para lo cual construimos el suelo de la yurta lo primero, y dejamos una franja sin tablear, para dejar el suelo térmico allí.
Y por último, tampoco nos interesaba que el primer intercambiador térmico fuera el típico bidón de 200 l, ya que una vez cubierto de barro iba a ser la cosa demasiado grande.
Así que con todas estas limitaciones, empezamos a construir:
La cámara de combustión primaria, es una bombona de butano (de las grises) vaciada y modificada. Concretamente está recortada por detrás, por debajo(para la entrada de aire), por arriba (para conexión con 2a cámara de combustión) y por delante, donde le soldé la tapa de la vieja salamandra que teníamos. A esa tapa le soldé una bisagra con la tapa de la tapa, para hacer de puerta. Y también le instalé un tubo, para que sirva como pequeña toma de aire secundario.
La cámara de combustión secundaria, o el riser como se le suele llamar, es otra bombóna de butano (esta vez de las naranjas), con un tubo soldado y rellenada de bolas de arlita.
Como dije antes, para el primer intercambiador se me hacía grande un bidón de 200 l, así que decidímos usar el cuerpo de la salamandra, boca abajo.
Además, todos los cálculos volumétricos para el fluír de los gases, eran casi inmejorables.
Por último, el aislamiento original de la cámara de combustión 1ª fué cubrirla de ladrillo refractario.
Y entonces montamos todo junto, durante un curso, hace ya 2 meses:
El curso fué bastante acelerado, de modo que el segundo día nos quedamos sin trabajo, a la espera de que secara suficiente el barro como para sacar el molde. Así que se nos ocurrió hacer un pequeño horno encima del bidón.
Una vez sacado el molde, nos dimos cuenta de que no estaba funcionando la cosa como esperado, vale que el barro estaba aún fresco, pero parecía que algo había quedado mal hecho por dentro... quizá la cagamos con las prisas?
Entonces, muy a nuestro pesar, decidimos desmontarlo todo y cambiar una por una todas las partes, hasta encontrar el fallo en el sistema.
De este proceso tengo pocas fotos, ya que estaba con un bajón impresionante, pero os lo voy contando:
Lo primero decidimos cambiar el riser por uno convencional, construido con refractario. Y además le dimos 20 cms más de altura.
Segundo, redujímos el espacio de la cámara 1ª , forrandola internamente con refractario y barro.
También nos cargamos el hornito, y en su lugar al final instalamos un cristal vitrocerámico para poder cocinar.
Y por último, le instalamos una llave de paso y la posiblilidad de no circuitar el humo bajo el suelo de la yurta, ya que incluso después de todas las otras modificaciones, el humo no circuita bién si la estufa no está muy caliente, y no estamos por la labor de tragar humo.
Finalmente, cuando ya todo estaba funcionando, le dimos un acabado de arcilla con colorante mineral y un poco de aceite, para que no manche al roce.
Aún, 2 meses después de haber colocado la masa de adobe en el suelo, está terminando de secar.
aquí podeís ver a mi amorcito, dándole los últimos toques antes del aceite.
Ah, se me olvidaba, en la parte de arriba hemos instalado un cristal vitrocerámico, para poder cocinar , y para curiosear ;)