jueves, 26 de enero de 2012

El detalle del verano.

En septiembre , en un intento de acondicionar la casa(en alquiler) de Alex, para vivir juntos allí durante este invierno, tanto yo como varios amigos estuvimos trabajando duro todo el mes.
 Como podeís ver la casa es la típica construcción gallega, de estructura de hormigón con fachadas de ladrillo...pero en este caso una sola capa de ladrillo, ni doble, ni cámara de aire, ni aislante de ningún tipo, eso si, pintado(con pinturas derivadas del petroleo claro está). Además con goteras, filtraciones, sin toma de tierra y con un pozo negro que es más bién una piscina abierta de 2x5 mts llenita de mierda.


Es evidente que mudarse aquí no era muy de mi gusto, así que, como también podeis ver, decidimos avanzarle otros 12 mt cuadrados, con una estructura de madera de castaño y nogal, poner un techo verde, y aislar como es debido, ¡con balas de paja!
Después nos ocupamos de que hubiese bién de luz, poniendo un montón de ventanas, todas claro, de reciclaje. Y por último protegimos las paredes de paja con un par de rebocos, primero uno bruto de barro aplicado con las manos, y después uno de mortero de cal a lo bruto, pero ese ya con espátula.

Y esa fúe la última capa, antes de poder terminar la obra, la actual dueña del edificio nos denunció a la policía por haber hecho una obra ilegal en su propiedad.


Y claro, para no meternos en lios, desmontamos hasta el último clavo, y llevamos todo el material a la finca de Portor, O Sapoconcho.
También Alex abandono la casa y los dos(más perros y gatos) nos vinimos a O Sapoconcho a vivir.
Y colorín colorado, este cuento acaba de empezar...

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